Temía enamorarse de él. Sabía que no le convenía. Sin embargo, temía aún más seguir viviendo sin él. Sin sus caricias. Sin sus abrazos. Sin sus besos. Sin sus ánimos en momentos de tristeza.
Estaba triste porque ya no le tenía. Él ya no le animaba. Lo había perdido.
Decidió no darse por vencida, no se lo iba a permitir.
Ideó un plan infalible.No enamorarse. Pero no lo consiguió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario