sábado, 28 de marzo de 2015

Vive.

Pido perdón por no ser todo lo apática que tanto te gustaría. Por sentir y padecer. Porque me duelan los actos que haces o las frases que dices. Porque me duelan tus mentiras.
Haces daño. Disparas tus flechas hirientes sin premeditación, a lo loco, despreocupándote de dónde van a caer. O de cómo.
Quiero que aceptes lo que soy. Que aceptes que sea positiva, alocada y soñadora. Que me guste ir con la verdad por delante, que me molesten las mentiras y que adore las sonrisas de oreja a oreja. Que aceptes que yo nací así, con un amor incondicional hacia los abrazos, las caricias, o las muestras de cariño en general. Que no hay nada que me duela más que el sufrimiento reflejado en tus ojos, y cómo lo pagas conmigo. Que no hay nada que soporte menos que una lagrima recorriendo tus mejillas, y por consiguiente las mías.
Que ya basta. Que la vida está hecha para vivirla con alegría, buen humor y sabiduría. Que la vida está hecha para vivirla junto a ti, siempre que tú me dejes.
Que la vida está hecha para que la vivamos a lo loco, sin preocupaciones, sin gritos, sin odio y con mucho, mucho amor.
Que la vida, está hecha para vivirla.

Quiero volver a ser yo.

Hace tiempo que no escribo. Quizás porque lo tengo abandonado adrede.O quizás porque no ha vuelto a mí la inspiración. Quien sabe, aunque me decanto por la segunda.
Hace tiempo que me han abandonado las musas, que ya no escribo. Me falta motivación, inspiración y ganas. Ya ni tengo apenas.
Que triste. Lo echo de menos, bueno, en parte. ¡Que me pasará!
De lo que puedo estar completamente segura es de que sin inspiración, lo que escribo no vale absolutamente nada. Bueno, normalmente no es que valga mucho, pero... en fin.
Solo espero que pronto vuelva a ser como antes. Quiero que me vuelvan esas ganas y se vaya esta falta de ánimo. Quiero volver a ser yo. Porque sin escribir y sin poesía, dejo de ser "tan yo".
Y es que al fin y al cabo, en cada palabra que escribo, dejo un poquito de mí.
Buenas noches.