domingo, 6 de noviembre de 2016

Dos palabras

"Te quiero".
Dos palabras que me alegran el día, la noche; y la vida. Las dos palabras que me tientan a bajar a los infiernos por culpa de lo prohibido, pero que si es contigo merece la pena. Porque sí, ni el mismísimo Hades podría hacerme enfurecer cuando cuelgo de tu mano.
Y es que tan solo el roce de tu cuerpo basta para hacer arder Troya, y que corra en mí un fuego imposible de extinguir. Y es que tan solo un beso tuyo es necesario para creerme Helena y comenzar una guerra bajo tus sábanas.
Y es que al fin y al cabo, tan solo tú eres indispensable para poder prescindir un poco más de mí misma, y así como si nada, de una vez por todas, dejar que la razón pierda la batalla.